martes, 28 de agosto de 2007

Teoria del Miedo - Segun Michel Moore

Los peregrinos fueron a América porque temían ser perseguidos. Temor, miedo... ¿Y qué pasó luego? Los peregrinos llegaron a América, temerosos y asustados, se encontraron a los indios y tuvieron miedo de ellos, así que los mataron; luego empezaron a tener miedo de sus paisanos, empezaron a ver brujas por todas partes y las quemaron; luego, hicieron la Revolución y ganaron, pero tenían miedo de que los ingleses volvieran. Entonces, alguien escribió la Segunda Enmienda, que dice: Conservad vuestras armas porque los ingleses podrían regresar. ¿Y qué pasó? ¡Los ingleses volvieron de verdad! Y ¿qué es lo peor que se le puede hacer a un paranoico? ¡Que sus miedos se conviertan en realidad! El miedo que sienten los americanos se remonta a la época en que en este país vivía una población de esclavos que, en los 86 años transcurridos desde la Guerra de Independencia de 1776 a la Guerra Civil en 1861, se incrementó de forma desmedida, pasando de 700.000 a 4 millones de individuos. Los blancos estaban aterrorizados por la idea de que los negros pudieran obtener la libertad. En 1863 Samuel Colt inventó el revólver (el arma de seis tiros). Hasta ese momento era imposible hacer más de un disparo a la vez. En los 10.000 años anteriores, siempre había sido necesario recargar todas las armas antes de hacer un segundo disparo. En cambio, el Colt era portátil y económico. Y así los blancos del Sur se armaron con lo que llamaron “El Pacificador” y lograron mantener la esclavitud 25 años más. En los 40 años siguientes, Colt en mano, se exterminó a los indios. Por el miedo, los blancos fundaron el Ku Klux Klan y poco después la Asociación Nacional del Rifle, que quería que las armas las tuvieran exclusivamente los blancos. Cuando en los años cincuenta, la población de color se hartó y se rebeló los blancos construyeron y se refugiaron en barrios residenciales con montones de armas. Resultado: gran parte de los 250 millones de pistolas y fusiles existentes en Estados Unidos son propiedad de los blancos que viven en barrios residenciales muy tranquilos y seguros, donde prácticamente no hay delincuencia. Y por esa razón, en Estados Unidos, la mayor parte de los crímenes ocurren en las casas, entre marido y mujer, entre novios, entre compañeros de trabajo.

jueves, 9 de agosto de 2007

La Amigdalitis de tarzan - Alfredo bryce Echenique (fragmento)


"Nunca hubo una pareja que se separara en un aeropuerto con una fe tan grande en el futuro, con tantas ilusiones compartidas y tantos proyectos comunes, como Fernanda y yo. ¿Fue simple buen gusto, simple deseo de que acabara con besos y sonrisas esa semanita que terminó por convertirse en un sueño realmente vivido y compartido? Ahora que muchos de esos intensos deseos pertenecen al pasado, ahora que nada nos salió del todo mal ni tampoco bien, ahora que sólo quedan un montón de cartas de Mía, alguno que otro trozo escrito por mí y también algunas de mis cartas posteriores al robo de Oakland, muchísimo cariño y amistad, y la misma confianza y complicidad de siempre, tal vez lo único que podríamos decir Fernanda y yo es que hay despertares sumamente inesperados y que, incluso, a veces, en nuestro afán de no causarle daño alguno a terceros, terminamos convertidos nosotros en esos terceros. Y bien dañaditos, la verdad."




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PSDT: comentario aparte


Recomendable: Para esos amores que se hacen imposibles y no es culpa de ninguno de los dos. Para el que se dio cuenta que estaba enamorado justo el día antes de que la chica se te vaya para siempre a algún país donde seguro ni hay teléfono. Para el que encuentra una relación que vale la pena en el momento menos oportuno. Para todos los que tienen pésima suerte con eso del ETA.


Se lo regalaría a: La chica con la que siempre fui mejor por carta. La chica con la que siempre seré mejor en persona. La que sabe que le estoy dedicando este libro por razones obvias.

LO POLITICAMENTE CORRECTO POR uMBERTO eCO



En Estados Unidos, las degeneraciones de lo "Politicamente Correcto" han impulsado la aparición de una gran cantidad de falsos y divertidísimos diccionarios "Politicamente Correcto" , en los que a veces no se sabe muy bien si cierto término en realidad ha sido propuesto o se ha inventado con intención puramente crítica. De hecho, junto a sustituciones ya corrientes, se encuentran socialmente separado por encarcelado, funcionario del control bovino por cowboy, corrección geológica por terremoto, residencialmente flexible por vagabundo, ereccionalmente limitado por impotente, horizontalmente accesible por mujer de mala vida, regresión folicular por calvicie y hasta carente de melanina para indicar un hombre blanco. [...]
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Además, a menudo se confunde sugerencia moral con obligación legal. Una cosa es decir que es éticamente incorrecto llamar maricones a los homosexuales y afirmar que, si el que lo hace es un ministro, y lo hace además en papel con membrete del ministerio, hay que hablar solamente de miserable incivismo. Y otra cosa muy distinta es decir que si se expresa así ha de ser encarcelado (a menos que Tremaglia llame maricón a Buttiglione, en cuyo caso sería comprensible una querella con exigencia de reparación de daños morales). Pero, dejando aparte la vulgaridad de Tremaglia, no parece que exista ninguna ley que castigue con años o meses de cárcel a quien diga barrendero en vez de técnico ecológico, y en definitiva no es más que una cuestión de responsabilidad personal, buen gusto y respeto a los deseos ajenos. [...]

LA HISTORIA DEL REY TRANSPARENTE. Rosa Montero (Fragmento)

Soy mujer y escribo. Soy plebeya y sé leer. Nací sierva y soy libre. He visto en mi vida cosas maravillosas. He hecho en mi vida cosas maravillosas. Durante algún tiempo, el mundo fue un milagro. Luego regresó la oscuridad. La pluma tiembla entre mis dedos cada vez que el ariete embiste contra la puerta. Un sólido portón de metal y madera que no tardará en hacerse trizas. Pesados y sudados hombres de hierro se amontonan en la entrada.Vienen a por nosotras. Las Buenas Mujeres rezan. Yo escribo. Es mi mayor victoria, mi conquista, el don del que me siento más orgullosa; y aunque las palabras están siendo devoradas por el gran silencio, hoy constituyen mi única arma. La tinta retiembla en el tintero con los golpes, también ella asustada. Su superficie se riza como la de un pequeño lago tenebroso. Pero luego se aquieta extrañamente. Levanto la cabeza esperando un envite que no llega. El ariete ha parado. Las Perfectas también han detenido el zumbido de sus oraciones. ¿Acaso han logrado acceder al castillo los cruzados? Me creía preparada para este momento pero no lo estoy: la sangre se me esconde en las venas más hondas. Palidezco, toda yo entumecida por los fríos del miedo. Pero no, no han entrado: hubiéramos oído el estruendo de la puerta al desgajarse, el derrumbe de los sacos de arena con que la reforzamos, los pasos presurosos de los depredadores al subir la escalera. Las Buenas Mujeres escuchan. Yo también. Tintinean los hombres de hierro bajo las troneras de nuestra fortaleza. Se retiran. Sí, se están retirando. Al sol le falta muy poco para ocultarse y deben de preferir celebrar su victoria a la luz del día. No necesitan apresurarse: nosotras no podemos escapar y no existe nadie que pueda ayudarnos.

miércoles, 8 de agosto de 2007

El insomne - Jose Manuel Enriquez Ariza



Recurre a los viejos trucos
cuenta corderos, respira
hondo y despacio, no pienses
en los asuntos del díaque se aproxima
y no acaba de llegar.
La noche es una oficina,
un teléfono que suena,
un hombre que dictamina
en voz alta sobre todas
las cuestiones de la vida.
La noche es una pesada
lección de filosofía.A
lo lejos, pasan trenes,
y en la ventana se afina
un rumor de terraplenes
sacudidos, de cornisas
afiladas por el viento,
de motores que eternizan
su fuga hacia el infinito.
Mira el reloj y resígna-te
a dejar correr las horas
que te quedan. Todavía
no ha pasado lo peor:
cuando esa luz enfermiza
que precede a la mañana
coloree las cortinas,
el sueño te habrá rendido.
Y comenzará otro día
incomprensible, extremado,
lento, prolijo. Y la vida
te parecerá otra vez
una extraña pesadilla.

jueves, 2 de agosto de 2007

Primer amor |Espido Freire| [fragmentos]

El primer amor puede surgir desde la primera adolescencia hasta la tercera edad. Se dan casos de ancianos que han descubierto, ya en la residencia, que nunca habían estado enamorados como en ese momento. Repito de nuevo que el primer amor no es siempre el primero que se experimenta, sino el que queda fijado de forma indeleble, el que sirve de referencia y guía para las relaciones posteriores. El que algunos han dado en llamar «el gran amor», o «el amor de la vida» o «el amor verdadero».

(...)

Los hombres actuales se quejan de cierta desorientación: las chicas desean que se las corteje, pero se ofenden si se comportan como machos tradicionales. Rechazan algunas muestras de cortesía, pero añoran ser tratadas como princesitas. Reclaman su independencia, pero a partir de cierta edad parecen morirse por una relación estable y unos hijos. No soportan a los machistas, pero acaban siempre con los canallas mayores del reino. ¿Quién entiende a las mujeres?


Existe una explicación a todo ese barullo: para comenzar, las mujeres han evolucionado tremendamente en poco tiempo, y los hombres no han cogido su paso: ya no se educa a las niñas como hace veinte o treinta años, pero los cambios en la educación de los niños han sido mínimos. Por otro lado, un gran número de hombres confunden la cortesía con las normas de urbanidad básicas. Por otro, muchas mujeres no saben realmente lo que desean, como la gran mayoría de los hombres.

(...)

He escuchado hasta la saciedad decir que la amistad entre hombre y mujer no existe, y he constatado que en muchos casos el dicho es cierto: se rompen las barreras, o en el objetivo inicial no figuraba la amistad, sino la conquista. Cuido a mis amigos como a perlas raras, pero instintivamente tiendo hacia una posición maternal con ellos. Pese a todo, la sospecha de que una atracción de otro tipo pueda romper la amistad, o que mi interés por ellos pueda malinterpretarse, continúa ahí, escondida, en algún lugar de mi mente.

(...)

Algunos seres luminosos y afortunados nacen con la facultad de despertar cariño y las habilidades naturales para rodearse de amor. La mayor parte de nosotros, sin embargo, no sabemos sino caminar a tumbos, tantear y equivocarnos, y sentirnos culpables por no haber estado a la altura.


O si se dejara de considerar el amor como un logro social; si no se ostentara la belleza o el dinero del compañero como un éxito propio; si no se despreciara a las personas que, por una razón u otra, han elegido permanecer solos, o no han sido lo suficientemente afortunados como para encontrar una persona que les haga felices.


O si se viviera la soledad como un estado dichoso, sereno, no como un abandono o una situación irremediable. Si se disipara ese pánico a quedarse solo, si se potenciara la seguridad en uno mismo y se disfrutara de los momentos en los que podemos gozar de la compañía de otras personas sin que nos presione la idea de conseguir pareja.


O si, por último, desapareciera el concepto de «caza y conquista» en el plano amoroso, los términos en los que se da por supuesto que una voluntad ha de ceder ante otra más fuerte, que una personalidad ha de ser doblegada, que es preciso vencer una batalla para conseguir el amor del otro. Si el amado dejara de ser un enemigo o una plaza a asediar, para convertirse en una persona cercana; si no hiciera falta enmascararse y fingir...

TAO 11 |Lao-Tse|



Treinta radios se unen en un eje;
precisamente donde no hay nada, hallamos la utilidad de la rueda.
Horneamos arcillas y hacemos vasijas;
precisamente donde no hay sustancia, hallamos la utilidad de los pucheros.
Con el escoplo hacemos puertas y ventanas;
precisamente en esos espacios vacíos, hallamos la utilidad de la sala.
Así pues, consideramos que la posesión es beneficiosa,
pero no tener nada es útil.