miércoles, 1 de agosto de 2007
Un cuento de canibales
Determinada empresa contrató hace tiempo a un grupo de caníbales. Todo iba bien hasta que uno de los jefazos descubrió que faltaba una secretaria. Cuentan las malas lenguas que el tipo preguntó indignado a los nuevos trabajadores si eran responsables del suceso. Los caníbales juraron por sus muertos que ellos no habían sido, pero en cuanto se fue el gerifalte, sin tenerlas todas consigo, el líder del grupo los puso firmes: «A mí no me engañáis con vuestras historias», dicen que dijo. «Llevamos meses comiéndonos directivos y nadie se había dado cuenta. ¿Quién ha sido el idiota que se ha zampado a la secretaria?».
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